miércoles, 28 de marzo de 2018

Semana Santa,Oscar Wilde, La Golondrina, el Gigante: Los Cuentos tristes


Una tenue lluvia cae sobre Santiago durante el Viernes Santo. Una escena de mal tiempo que podría haber deprimido a cualquiera, pero para mí, significaba la gloria del descanso, librarse del colegio y de las madrugadas gélidas del otoño.

La televisión encendida desde temprano; una cama que abrazaba con fuerza el calor que se escapaba por alguna de las esquinas. Los vidrios empañados. La espera eterna para que la carta de ajuste acabara. Tiempos en que la televisión se preocupaba por ofrecer largas tandas de dibujos animados de variada factura; desde animación tradicional norteamericana, hasta las más profundas y perturbadoras historias de animación japonesa. Un festín cultural sin precedentes, que difícilmente podrá repetirse de nuevo.


Ese día, de manera excepcional, fueron exhibidos dos cuentos animados de Oscar Wilde: El Príncipe Feliz y El Gigante Egoísta. Con una animación bastante particular, fue mi primera aproximación a la obra del autor irlandés ya que, aquellos cuentos solo habían llegado a mi mediante alguna lectura superficial en el colegio.

Una extraña nostalgia me invade cuando logro recordar aquellos relatos y sus trágicos finales; el gigante egoísta muere al final de su cuento, visitado por un Cristo infante, quien se lo lleva al paraíso. El solo visionado de esa historia me significo tenerle terror al famoso “niño Jesus” porque significaba que su visita era la muerte inevitable. Y luego aquella sufrida fabula de sacrificio del Príncipe Feliz, que relata los esfuerzos de una pobre golondrina, que, cumpliendo todos los requerimientos del príncipe pétreo, muere a sus pies. Si bien este cuento utiliza nuevamente el comodín religioso para darle una final más feliz a la historia, incluso hoy verlo, me genera pena.

La animación del gigante egoísta, corrió a cargo del estudio Bellevue Pathé Québec Inc, y fue dirigida por Peter Sander. Como dato anecdótico, la versión francesa, estaba narrada por Charles Aznavour. En el caso del Príncipe Feliz,  fue dirigida por Michael Mills y contaba con la voz de Christopher Plummer.

Maravillosos cuentos que, de alguna manera, se quedaron para siempre en la retina de mi niño interior y que recomiendo encarecidamente. ¿Cómo sabe si al igual que a mí, logran tocar su corazón?




UPDATE

Gentileza de Youtube, encontré estos maravillosos cuentos, disponibles.








martes, 27 de marzo de 2018

La película del Viernes: Zombies & Policías

Día viernes.

La televisión abierta de principios de los 90, apenas se desprendía de las ataduras de la feroz censura que gobernaba la televisión chilena durante la mayor parte de la década de los ochentas; flotaba en el ambiente el rancio aroma de la post guerra fría, el fin de la dictadura y la efervescencia por la libertad de expresión, que permitía que filmes eróticos y sanguinarias películas de terror, fueran exhibidas sin censura en el clásico horario para mayores de 18 años. Una verdadera delicia para quienes siquiera imaginábamos un futuro en donde Internet devoraría a casi todos los medios de comunicación.

En este caótico escenario televisivo, era costumbre toparse con una gran factoría de cintas de ciencia ficción barata (o clase B), que tras un breve reposo en la oferta local de videoclubes, eran transmitidas por televisión abierta en horario estelar o en alguna programación de trasnoche para la delicia de quienes hidalgamente, soportábamos llegar hasta medianoche para disfrutar de alguna de estas rarezas.

Una de esas estrafalarias películas que aparecieron de manera fugaz en la televisión y que hasta hoy considero una delicatessen es Dead Heat (o Resurrección, título con el que fue estrenada en pantalla abierta). La cinta podría perfectamente ser un clásico del género fantástico, pero lamentablemente, fue traicionada por su propia ambición de jugar en exceso con la comedia, restándole seriedad a los elementos interesantes de su historia. Quizás es esta una de las razones por las que la cinta cayó en el olvido con tanta rapidez.

El argumento: Los detectives Roger Mortis (Treat Williams) y Doug Bigelow (Joe Piscopo) se ven enfrentados a un singular asalto a una joyería en donde los asaltantes, son inmunes a las balas. Esto los lleva a un complicado caso, al descubrir que alguien está resucitando criminales. Las cosas se complican aún más cuando el detective Mortis, es asesinado durante la investigación del laboratorio en donde se realizaban las resurrecciones. Ahora junto a su colega, y gracias al artefacto resucitador, dispone de 12 horas para encontrar a los responsables de su condición, antes de que su cuerpo se deteriore completamente.

El resto de la cinta se resume en tiroteos eternos, animales resucitados en un restaurante chino, el legendario Vincent Price, una escena bastante perturbadora que incluye a la heroína de la cinta, zombies por doquier  y un desenlace que nada debe envidiar a las mejores películas de clase B.

La película está curiosamente dirigida por Mark Goldblatt, quien nos sorprendería un año más tarde con la primera versión cinematográfica de The Punisher, interpretada por Dolph Lundgren (a.k.a Ivan Drago de Rocky).

Creo que de alguna manera, nunca olvidaré esta oportunidad de poder descubrir el cine clase B, y su unica capacidad de entregar argumentos que han fundado los cimientos para todo lo que vendría una década después, de la mano de los manoseados efectos digitales y una absoluta falta de creación por parte de la Industria Cinematográfica.

lunes, 26 de marzo de 2018

Aniquilación : El Terror que Cayó del Cielo


El Espacio. Abismo infinito que gravita en las eternas tinieblas del vacío congelado; guarida de pesadillas y enigmas. Templo de Dioses innombrables que dormitan en las fronteras eternas del caos, donde pende la insignificante existencia del hombre.

En el siglo pasado, Howard Phillips Lovecraft, famoso escritor norteamericano, inspirado en los abismos del cosmos, imagino un siniestro Partenón de divinidades primigenias. Dispersas por el universo, -y para mala suerte de los protagonistas de sus relatos- algunas habían escogido nuestro planeta como residencia. 

Teniendo como único propósito esclavizar y atormentar a la humanidad hasta el fin de los tiempos, los dioses imaginarios se las ingeniaron para permanecer vigentes no solo influenciando la literatura fantástica de principios de siglo, sino que también, el cine y la música de las décadas futuras.

Un claro ejemplo de lo anterior, es el cuento de Lovecraft El color que cayó del cielo, donde se nos relata con escabroso detalle, los extraños acontecimientos ocurridos en una pequeña localidad en las afueras de Arkham, azotada por la caída de un meteorito. 

Espantosas mutaciones de animales, cambios de color en el follaje del bosque, hasta la fulminante locura de sus habitantes; la vagabunda piedra del abismo, oculta en su interior una macabra presencia que desafía los límites de la imaginación y la cordura.

Décadas más tarde, Jack Finney, relataría en su novela Los Usurpadores de cuerpos, como un tranquilo pueblo de los Estados Unidos, es invadido por unas extrañas semillas espaciales que poseen la capacidad de replicar a los humanos (eliminándolos en el proceso) generando seres carentes de sentimientos e incapaces de reproducirse. Su único fin, acabar con todos los recursos terrestres para luego continuar con su invasión del universo. Debo agregar que esta novela, ha sido adaptada en innumerables ocasiones al cine, siendo la versión de 1978, una de las más estremecedoras y que hasta el día de hoy me provoca algún escalofrío fugitivo.


Aniquilación: El Abismo vomita una nueva pesadilla

Aniquilación es una nueva película de ciencia ficción, disponible en la plataforma digital NETFLIX. Sin mayores pretensiones, rescata en una narrativa pausada y casi melancólica, la paranoia espacial que previamente habían visitado en sus escritos Lovecraft y Finney. El resultado es a lo menos inquietante.

Dirigida por Alex Garland, quien anteriormente había escrito la frenética 28 días después y dirigido la inquietante Ex Machina, indaga en los elementos más importantes de la novela original de Jeff VanderMeer (Que es una trilogía), para contarnos a modo de flashbacks, la historia de la profesora de biología Lena, quien se adentra al interior de la misteriosa Zona x, un lugar indeterminado que ha sido asolado por un extraño fenómeno de origen extraterrestre, luego de que su marido volviera de una misión realizada en el lugar.

Lena tendrá que compartir su travesía con otras 4 mujeres, cuyas vidas están marcadas por la tragedia. Descubrirá con horror, al igual que sus compañeras de viaje, que la Zona X esconde un secreto perturbador que va mucho más allá de la imaginación.

Sin revelar mayores pistas sobre el argumento de la película, debo decir que me ha parecido un interesante planteamiento, y aunque en algunos casos, fuerza exageradamente algunas situaciones, es importante rescatar el mensaje principal de la cinta: El espacio sigue invocando los miedos más profundos de la psique humana y uno de ellos es sin duda la perdida de nuestra humanidad.

Una invasión que violenta nuestra existencia desde la intimidad celular y que revela que no somos más que una ínfima pieza que levita en la bóveda oscura del cosmos.




Al parecer, el abismo sigue susurrando historias sobre nosotros, para engullirnos en cualquier momento.

miércoles, 21 de marzo de 2018

La Pantera Rosa: Una inquietante visita nocturna



Si usted al igual que yo, mi estimado lector, ha desarrollado cierta percepción (basándonos en cierta caricatura que hacía referencia a la frase "ver más allá de lo evidente"), difícilmente podrá negar que este rosado gatito tiene algo "inquietante". 


Y es que tras un breve paseo por las oscuras aguas de la red, lugar donde muchas veces se reúnen los más variopintos inventos conspirativos del mundo, me he topado para mi sorpresa, con un resumen no menor de males y pesares adjudicados al rosáceo felino. 

Desde referencias satanistas, hasta las más complejas conspiraciones de control mental de la CIA. Sin ser aval de lo anterior, fácilmente la caricatura creada por Friz Freleng, tiene una simbología de psicodelia que difícilmente podría explicar con palabras.

Debo ser claro; no voy a profundizar en datos técnicos sobre esta caricatura, ni sus adaptaciones cinematograficas, protagonizadas por el espía britanico Peter Sellers, ni su escabrosa música a cargo de Henry Mancini.

A NIGHT AT THE PINK

Cuando era niño, nuestros derechos televisivos usualmente no excedían 9 de la noche. Quizás por alguna excepción puntual, como navidad, semana santa o año nuevo, uno podía acceder al privilegio de ver alguna de las censuradas películas del horario nocturno nacional como la gran cosa, pero la generalidad dictaba que no.

Después del noticiario, a dormir.

Era 1986. En aquel año, yo vivía aún con mi madre en la casa de mis abuelos. Una noche de aquellas noches en la que tuve que irme a dormir temprano, me ocurrió un extraño suceso que hasta hoy no podría explicar.

En algún momento de la noche, inquieto y ansioso, aún con los ojos cerrados, pude percibir la sensación de que alguien “había encendido una luz”. De pronto, y con absoluta sorpresa, fui testigo de cómo el leve resplandor que percibía a través de los parpados, se teñía de color rosado. Abrí los ojos asustado, mientras desde uno de los rincones de mi pieza un destello iba creciendo, y desde el fondo de él, caminaba hacia mi ¡La mismísima Pantera Rosa!

Grité, cerré los ojos, llego mi madre y la visión se interrumpió.

Creo que nunca voy a olvidar ese suceso, y aunque trate de racionalizarlo, se me hace imposible. ¿Una alucinación quizás? 

¿Les conté que tenía un amigo que lo atacaba Peter Pan?
¡Hasta una proxima historia!

Pd: Hasta hoy, algunas veces me visita la famosa pantera.






lunes, 19 de marzo de 2018

Una Mujer Extraordinaria

"Miguel Ángel paseaba por un cerro de Peñablanca con otros niños, cuando vio a la Virgen. Desde entonces, miles de peregrinos llegaron al cerro, que pasó a llamarse "Monte Carmelo".

Aún recuerdo con inquietud las imágenes del rostro ensangrentado de Miguel Ángel, un niño que aseguraba hablar con la Virgen Maria; Con los ojos perdidos en un trance terrorífico, mientras el plasma chorreaba por su cara, era castigado o bendecido por alguna entidad invisible que aseguraba ser de origen divino. 



Las viejas llorando y la gente mirando al cielo; el sol enrojecido golpeando el rostro de los fieles, testigos mudos de tal ominoso espectáculo. Visiones remanentes que aún vibran como testimonio del fervor religioso y el terror, transmitidos en vivo por la televisión abierta. Extraordinario fenómeno que a los ojos de un niño - y como casi todos los relatos bíblicos - siempre fue perturbador independiente si era real o no.

Con el pasar de los años, la gente se olvidó de Miguel Ángel; Chile había cambiado y ya no eran necesarias las palabras de un jovenzuelo que probablemente, y según las mismas insinuaciones de la iglesia que siempre desconoció la veracidad del fenómeno, estuviera bajo los efectos del “neopreno” para llamar a la unidad nacional en nombre de la virgen Maria. Todo había cambiado y los mártires ya no eran necesarios. Así fue como tristemente Miguel Ángel, se sumó a quienes forman parte de aquella esquina oscura de la historia nacional.

Muchos años después, canal 11, transmite una entrevista de una mujer llamada Karol Romanoff, acerca del atentado al ex-intendente Carol Urzúa. 
Karol no era otra sino un irreconocible Miguel Ángel Poblete, transformado en mujer. El vidente de Peñablanca, se había convertido en un ser irreconocible, vagabundo de la amnésica memoria del Chile que alguna vez lo había celebrado, ahora solo y relegado a una horrible depresión y alcoholismo.
El misticismo que alguna vez había bendecido sus pasos, y que ahora lo había transformado en la descendiente de los zares rusos, se había transformado en maldición que lo sumió en los peores excesos hasta sus últimos días.

Un 28 de Septiembre de 2008, víctima de una cirrosis hepática , se fue para siempre la única y verdadera mujer extraordinaria que ha existido en las últimas décadas en Chile.

Sin óscar, sin reconocimiento alguno y una pelicula que paso sin pena ni gloria por las salas de cine (La pasión de Michelangelo).

Su único premio, fue el olvido.