
Y es que tras un breve paseo por las oscuras aguas de la red, lugar donde muchas veces se reúnen los más variopintos inventos conspirativos del mundo, me he topado para mi sorpresa, con un resumen no menor de males y pesares adjudicados al rosáceo felino.
Desde referencias satanistas, hasta las más complejas conspiraciones de control mental
de la CIA. Sin ser aval de lo anterior, fácilmente la caricatura
creada por Friz Freleng, tiene una simbología de psicodelia que difícilmente
podría explicar con palabras.
Debo ser claro; no voy a profundizar en datos técnicos sobre esta caricatura, ni sus adaptaciones cinematograficas, protagonizadas por el espía britanico Peter Sellers, ni su escabrosa música a cargo de Henry Mancini.
A NIGHT AT THE PINK

Después del noticiario, a dormir.
Era 1986. En aquel año, yo vivía aún
con mi madre en la casa de mis abuelos. Una noche de aquellas noches en la que
tuve que irme a dormir temprano, me ocurrió un extraño suceso que hasta hoy no
podría explicar.
En algún momento de la noche, inquieto y ansioso, aún con los ojos cerrados, pude percibir la sensación de que alguien “había encendido una luz”. De pronto, y con absoluta sorpresa, fui testigo de cómo el leve resplandor que percibía a través de los parpados, se teñía de color rosado. Abrí los ojos asustado, mientras desde uno de los rincones de mi pieza un destello iba creciendo, y desde el fondo de él, caminaba hacia mi ¡La mismísima Pantera Rosa!
En algún momento de la noche, inquieto y ansioso, aún con los ojos cerrados, pude percibir la sensación de que alguien “había encendido una luz”. De pronto, y con absoluta sorpresa, fui testigo de cómo el leve resplandor que percibía a través de los parpados, se teñía de color rosado. Abrí los ojos asustado, mientras desde uno de los rincones de mi pieza un destello iba creciendo, y desde el fondo de él, caminaba hacia mi ¡La mismísima Pantera Rosa!
Grité, cerré los ojos, llego mi
madre y la visión se interrumpió.
Creo que nunca voy a olvidar ese
suceso, y aunque trate de racionalizarlo, se me hace imposible. ¿Una
alucinación quizás?
¿Les conté que tenía un amigo que lo atacaba Peter Pan?
¡Hasta una proxima historia!
Pd: Hasta hoy, algunas veces me visita la famosa pantera.
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