martes, 27 de marzo de 2018

La película del Viernes: Zombies & Policías

Día viernes.

La televisión abierta de principios de los 90, apenas se desprendía de las ataduras de la feroz censura que gobernaba la televisión chilena durante la mayor parte de la década de los ochentas; flotaba en el ambiente el rancio aroma de la post guerra fría, el fin de la dictadura y la efervescencia por la libertad de expresión, que permitía que filmes eróticos y sanguinarias películas de terror, fueran exhibidas sin censura en el clásico horario para mayores de 18 años. Una verdadera delicia para quienes siquiera imaginábamos un futuro en donde Internet devoraría a casi todos los medios de comunicación.

En este caótico escenario televisivo, era costumbre toparse con una gran factoría de cintas de ciencia ficción barata (o clase B), que tras un breve reposo en la oferta local de videoclubes, eran transmitidas por televisión abierta en horario estelar o en alguna programación de trasnoche para la delicia de quienes hidalgamente, soportábamos llegar hasta medianoche para disfrutar de alguna de estas rarezas.

Una de esas estrafalarias películas que aparecieron de manera fugaz en la televisión y que hasta hoy considero una delicatessen es Dead Heat (o Resurrección, título con el que fue estrenada en pantalla abierta). La cinta podría perfectamente ser un clásico del género fantástico, pero lamentablemente, fue traicionada por su propia ambición de jugar en exceso con la comedia, restándole seriedad a los elementos interesantes de su historia. Quizás es esta una de las razones por las que la cinta cayó en el olvido con tanta rapidez.

El argumento: Los detectives Roger Mortis (Treat Williams) y Doug Bigelow (Joe Piscopo) se ven enfrentados a un singular asalto a una joyería en donde los asaltantes, son inmunes a las balas. Esto los lleva a un complicado caso, al descubrir que alguien está resucitando criminales. Las cosas se complican aún más cuando el detective Mortis, es asesinado durante la investigación del laboratorio en donde se realizaban las resurrecciones. Ahora junto a su colega, y gracias al artefacto resucitador, dispone de 12 horas para encontrar a los responsables de su condición, antes de que su cuerpo se deteriore completamente.

El resto de la cinta se resume en tiroteos eternos, animales resucitados en un restaurante chino, el legendario Vincent Price, una escena bastante perturbadora que incluye a la heroína de la cinta, zombies por doquier  y un desenlace que nada debe envidiar a las mejores películas de clase B.

La película está curiosamente dirigida por Mark Goldblatt, quien nos sorprendería un año más tarde con la primera versión cinematográfica de The Punisher, interpretada por Dolph Lundgren (a.k.a Ivan Drago de Rocky).

Creo que de alguna manera, nunca olvidaré esta oportunidad de poder descubrir el cine clase B, y su unica capacidad de entregar argumentos que han fundado los cimientos para todo lo que vendría una década después, de la mano de los manoseados efectos digitales y una absoluta falta de creación por parte de la Industria Cinematográfica.

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