"Si tienes miedo a morir, y te resistes, veras demonios tratando de desgarrar tu vida. Pero si estas en paz, entonces los demonios serán realmente ángeles, liberándote del mundo. Todo depende de cómo lo mires”.
En los minutos finales de la película
JACOB’S LADDER (La escalera de Jacob, de 1990), el protagonista sostiene una
breve charla con un químico, el que le explica que todas las violentas muertes
de los soldados de su batallón en Vietnam, fueron en realidad, provocadas por
un alucinógeno conocido como BZ o bencilato
de quinuclidinilo. Esta droga, fue creada bajo la atenta mirada del
gobierno de los Estados Unidos, con la finalidad de maximizar la agresión de
los soldados durante el combate, pero que sin embargo, termino siendo un
absoluto fracaso, cuando los sujetos bajo los efectos del alucinógeno se comenzaron
a matar entre sí.
Lo anterior, es sin duda un perfecto
sustento para la cinta dirigida por Adrian lyne y escrita por Bruce Joel Rubin,
que de alguna manera se acerca temerariamente al terreno conspirativo. Hay
mucho en la cinta del libro “Acid Dreams: The CIA, LSD and Sixties Rebellion”,
y la poderosa influencia de las drogas pensadas en el control mental por parte
del gobierno americano. Y si bien
sabemos que existen una serie de elementos que abusan de la fantasía por parte
de los adeptos a las teorías de control mundial, también hay algunas aterradoras
verdades que permanecen ocultas entre el barro del exceso de información y que
merecen ser revisadas. ¿Es acaso este alucinógeno
una leyenda urbana o existe algún atisbo de realidad en el relato que insinuó la
película?
El documento acerca de la "Opresión
Psiquiátrica de los afroamericanos", redactado por la Comisión de
Ciudadanos por los Derechos Humanos durante la década de los 70, nos revela información
importante respecto a la existencia de la droga BZ y su vinculación con
experimentos realizados sobre ciudadanos afroamericanos en Norteamérica.
Se comenta que en el Instituto Nacional de Adicciones de Salud Mental de
Kentucky, a mediados de la década de 1950, muchos afroamericanos drogadictos,
fueron sometidos a pruebas que consistían en el suministro de LSD, durante 77
días consecutivos. Fue en este mismo centro, que los hombres afroamericanos
saludables, también terminaron siendo víctimas de experimentación, casi 10 años
más tarde, pero esta vez para una droga experimental, 100 veces más potente que
el LSD.
El informe anterior, parece confirmar la existencia de la
droga BZ, detallar sus propiedades psicoactivas, y su abuso por parte de
los organismos gubernamentales. Pero la falta de seguimiento de los medios de
comunicación, sumado al escaso rigor periodístico de la época, en donde las
presiones gubernamentales eran extremadamente duras, genera la duda sobre la
veracidad del informe de la Comisión.
Pero hay algo claro y documentado que puede ser un sustento para lo
anterior:
Hasta la década de 1960 los estudios
sobre el LSD se habían triplicado sin restricciones por parte del gobierno
americano y la CIA había patrocinado numerosos proyectos de investigación para
mejorar sus capacidades de control de la mente, entre los que se incluyen numerosos estudios que nunca han sido relevados
y otros que se han vuelto parte de la cultura popular conspirativa como el
proyecto MK Ultra. Entonces quizás
no es tan absurdo pensar en la experimentación en pacientes humanos durante esa
época y porque no, durante época de guerra, en donde ganar era el fin para justificar
todas las brutales acciones durante la guerra de Vietnam.
Jacob's Ladder, no solo se asoma a esta mitológica droga, y sus tenebrosos resultados. Aborda también los oscuros paramos de la mente humana, en donde ancestrales demonios descansan, y que cada cierto tiempo son interrumpidos de su letargo. Demonios que no son otra cosa, que nuestros miedos mas profundos, encerrados ancestralmente en nuestro ADN.Pero también habla de aquella salvación que podemos encontrar dentro de nosotros mismos, haciendo alusión a la escalera de Jacobo, que describe la biblia, una por donde los ángeles suben al cielo.
Hasta un próximo reporte.